martes, 28 de diciembre de 2010

ANÁLISIS Y DIAGNÓSTICO DE LA GESTIÓN EN LA EMPRESA FAMILIAR - CEF Universidad de Murcia


ANÁLISIS Y DIAGNÓSTICO DE LA GESTIÓN EN LA EMPRESA FAMILIAR
Monreal, J.; Sánchez, G. y Meroño, A. (2010) 
Cátedra de Empresa Familiar de la Universidad de Murcia
ISBN 978-84-692-8321-9  Descarga (976.27 kB)

Breve introducción:
 La relevancia que la familia ha tenido siempre en el sistema productivo, independientemente de la forma que éste ha ido tomando a lo largo del tiempo y del modo cómo éste se ha ido gestionando, la visibilidad de la familia en la generación de economías productivas ha sido un dato incuestionable, aunque bien es cierto que las formas de organización de la gestión del negocio familiar, más simples o más complejas, le han dado mayor o menor protagonismo o visibilidad a la familia en la propiedad y en el control de la empresa.
Aunque en el pasado el éxito de estas empresas se decía que era conseguido “a pesar de” su carácter familiar, en la actualidad, este tipo de organizaciones empresariales han sido “redescubiertas” y, precisamente, se atribuyen sus buenos resultados a su carácter familiar. Hoy contamos con un conocimiento que hace insostenible el mantenimiento de ciertos tópicos referidos al negocio familiar, tales como que la no separación entre propiedad y control impiden alcanzar tamaño y eficiencia; como que control familiar es igual a atraso y gerencia profesional es igual a desarrollo de la empresa; o que dirección familiar de la empresa es incompatible con la profesionalización. Por el contrario, las empresas familiares saben que su condición familiar es todo un valor añadido a la gestión moderna, profesional y competitiva que debe hacerse, al igual y en pie de igualdad a la que hace o debe hacer la empresa no familiar. No es, por tanto, el carácter familiar de la empresa una carga, sino una oportunidad y un activo que hay que aprovechar para obtener los máximos rendimientos posibles.
Por tanto, la familia y la red familiar son un activo que incorpora al negocio valores fundamentales como confianza, lealtad y compromiso, que se constituyen en elementos de estabilidad y cohesión para la organización. Esto no quiere decir que no puedan sobrevenir al espacio familiar empresarial dificultades, tanto internas a la familia como externas –las de carácter empresarial–. Por supuesto que sí. Pero ante esta eventualidad, si se sabe gestionar bien el activo con el que se cuenta, se podrán superar los problemas en cuestión, lógicamente si se pone en juego todo el potencial existente, el que se deriva de la condición familiar y el que corresponde a la organización empresarial.

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