miércoles, 9 de junio de 2010

Soy inmigrante no un bicho raro - periodismohumano

Soy inmigrante no un bicho raro - periodismohumano
Publicación de PERIODISMO HUMANO
Hablar de la inmigración ayuda a que mis compañeros no nos vean como personas de fuera, sino como personas simplemente, que es lo que somos”. Lina, 15 años.



Rafael González es profesor en un instituto de Córdoba, dice que lo más “salvaje” que le ha escuchado a sus alumnos es que ‘los moros vienen aquí a vender drogas y a poner bombas’, acabar con esos prejuicios requiere mucho trabajo. Profesores como él y alumnos como Lina han participado en Conectando Mundos, una propuesta educativa de Intemón Oxfam, que este año ha tenido como objeto de estudio los movimientos migratorios. A través de debates y otras actividades se ha trabajado para acercar un poco más el fenómeno de la inmigración a niños de de 6 a 17 años.
Pablo, de Cantabria, tiene dos compañeros extranjeros, un alemán y un inglés, él cree que no reciben el mismo trato que los de otros países. “En España se ve diferente a un europeo, por ejemplo, que a uno de América Latina, porque los europeos tienen rasgos más parecidos a nosotros, el color de piel y todo eso, pero los asiáticos, o los africanos son distintos físicamente y en costumbres eso hace se les vea de otra manera y que sean más discriminados“. Pablo tiene 13 años. Hasta que no comenzaron las actividades de Conectando Mundos no sabía qué era la inmigración. “No tenía ni idea de los motivos de los inmigrantes ni las dificultades por las que pasan en el viaje y cuando llegan a España”. ¿Y en casa? “En mi casa no escucho nada malo de la inmigración, es que directamente no hablamos sobre eso. Ni bueno ni malo”.
Se quedó impactado con una charla que dio en clase un joven senegalés en su instituto. “Nos contó cómo en su casa las cosas no estaban tan mal cuando se fue y lo mal que lo pasó. Tenía 15 años y estaba solo en España, sin familia. Nos quedamos impresionados por el valor que tuvo siendo tan pequeño y cómo lucho, sin conocer el idioma, eso es muy duro” relata Pablo. Ponerse en la piel del otro es la única fórmula para el respeto mutuo. ” Son importantes las actividades donde sean los propios inmigrantes los que cuenten sus vidas y proyectos migratorios, para que se identifiquen con esas experiencias” afirma Ángeles García.

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