Publicación de ElConfidencial.com
Algo está cambiando en el gigante asiático. El imparable goteo de suicidios en Foxconn, uno de los principales fabricantes a cuyos productos ponen el logotipo marcas como Apple, Microsoft, Dell o HP, ha provocado una reacción en cadena que puede llegar a Occidente desencadenando un incremento de los precios de los productos manufacturados en aquel país.
Todo comenzó cuando la presión de las grandes marcas, que veían dañada su imagen ante la denuncia de las penosas condiciones laborales en las plantas chinas, motivó que desde la dirección de Foxconn se decidieraincrementar los salarios de sus empleados hasta un 70%, llegando a los 2.000 yuanes (unos 290 dólares mensuales). Las mejoras para los trabajadores no fueron únicamente salariales, y desde las autoridades chinas se instó al fabricante a fomentar el ocio, el deporte y la comunicación con la dirección como forma de poner coto a la presión que sufren sus trabajadores.
"Fin de una era"
Pese a que los salarios en el país asiático son todavía mucho más bajos que los europeos o norteamericanos, algunos ven ya las orejas al lobo, y así, The New York Times, apunta a que esta subida salarial podría repercutir en las exportaciones provocando un incremento del precio de los productos(electrónicos fundamentalmente). El rotativo cita a Dong Tao, economista en Credit Suisse, que habla ya del "fin de una era", en referencia a que China había contribuido hasta la fecha a contener los precios en Occidente, algo que, a su juicio, dejará de ocurrir a partir de ahora. "Acabarán por repercutir estos costes en el usuario final", concluyó Tao.
El fantasma del incremento de costos productivos ha disparado las alarmas en Taiwán, donde la Asociación de Fabricantes de Componentes Electrónicos ha instado a sus miembros a trasladar la producción a otros países asiáticos donde los costes salariales se mantienen bajos. En este sentido, los grandes beneficiarios serían Vietnam, India, Malasia e Indonesia.
Así, Hon Hai, fabricante, entre otros del iPhone de Apple, inició la construcción de una planta en Vietnam en 2007 ante el previsible incremento de los costes de producción. Algo similar ha llevado a cabo otro gigante, Compal, que suministra productos a marcas como HP o Dell, construyendo también una planta en Vietnam para la fabricación de portátiles y netbooks.
Esta imparable tendencia puede provocar que nos resulte más habitual encontrarnos en nuestros gadgets a partir de ahora un "Made in Vietnam" que el mañido "Made in China". No obstante, no parece probable que el hecho de que algunos fabricantes abandonen China en favor de otras economías con costes más contenidos vaya a resultar traumático para el país. Mary Gallagher, directora del Centro de Estudios Chinos de la Universidad de Michigan, apunta que "China no va a perder su base productiva puesto que cuenta con un mercado doméstico enorme. El país se centrará en la fabricación de productos más sofisticados. No quieren ser meros ensambladores".
No hay comentarios:
Publicar un comentario